Escucha LA RENGA

"Pobre del que tiene miedo de correr riesgos. Porque ese quizas no se decepsione nunca. Ni tenga desiluciones. Ni sufra como los que persiguen un sueño"

Fotos Rengueras

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Nota en clarin acerca del autodromo

En el "Dia de la lealtad", nadie queria fallarle a La renga. Entonces, salen esas caravanas que le ponen a la Gral. Paz un fervor y una cantidad de publico que le faltan al partido que a esa misma hora esta jugando Argentina. Esos micros y esas combis abarrotadas de cantos y banderas, parecen venir con espacio para una epigrafe con la descripcion que acabas de leer cinco lineas arriba. En un colectivo de la linea 21 viaja el que llamaremos "el chico de amarillo". Subio a la altura de Olivos y enseguida se encontro con una compañera de la facultad. Charlan de materias y profesores, le da una mano para abrir esa ventanilla rebelde y le cuenta que esta yendo a ver a La renga. Los modales son, por ahora, los de un tipico estudiante de universidad privada. Cuando ella se baja, a la altura del Parque Sarmiento, "amarillo", empieza a sentirse encerrado dentro de la cortaza del bondi. Siente los gritos y los nudos de los que vienen en otros vehiculos y se desespera por ser parte. Como enjaulado, asomandose a la ventanilla y como solista, se hace eco de los cantos durante todo el trayecto al autodromo. Y ahi se pierde (o lo pierdo), mientras Edelmiro Molinari toca musica soberbia con humildad y los españoles de Marea se consagran como una suerte de Spinal Tap en castellano (¿Spinal Tapas?). Al rato, desde una loma arbolada donde el sol no pega tanto, se puede distinguir como rémora de un grupete al que un director de escuela llamaria "mal elemento", un vecino asustado "pibes chorros", y el Indio Solari, "desangelados". Cabildean y se hacen notar. Y cuando sale La renga, arman el panic show. Salen corriendo como un malón y atacan uno de los puestos de bebida y comida. Hay que verlo al de amarillo, haciendo patria por su necesidad de pertenecer, malentendiendo el mensaje de La renga, y de su propia naturaleza. Se carga con los antebrazos en el pecho media docena de latas de speed y se manda adelante. De frente, tiene unas 100 mil espaldas, un recital de rock, y una voz interior que le dice que "no hay que ser careta". Por eso opta por ser un estupido, que es lo que mas a mano le queda.
José Bellas.
Suplemento Si!
Diario Clarin
Viernes 23 de noviembre del 2007.
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Renguero73

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